Entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: “Meteos esto bien en la cabeza: Al Hijo del Hombre, lo van a entregar en manos de los hombres”. Pero ellos no entendían este lenguaje, les resultaba tan oscuro que no captaban el sentido, y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.
(Lucas 9, 43b-45)
Meditación
Señor, que difícil te resultaba dejar a un lado los castillos artificiales que se habían forjado tus discípulos al seguirte. ¿No entendían cuando les hablabas de Tu destino en manos de los enemigos, o no querían entenderte y les daba miedo pedirte que se los explicaras?. Yo quiero estar contigo escuchando los mensajes que me hacen tan feliz y los de la cruz, que tanto me duelen, pero sé que en ella está la salvación.
© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.009
(Lucas 9, 43b-45)
Meditación
Señor, que difícil te resultaba dejar a un lado los castillos artificiales que se habían forjado tus discípulos al seguirte. ¿No entendían cuando les hablabas de Tu destino en manos de los enemigos, o no querían entenderte y les daba miedo pedirte que se los explicaras?. Yo quiero estar contigo escuchando los mensajes que me hacen tan feliz y los de la cruz, que tanto me duelen, pero sé que en ella está la salvación.
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