EVANGELIO DÍA 7 DE SEPTIEMBRE




Un sábado, entró Jesús en la Sinagoga a enseñar, Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho. Los escribas y fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo. Pero él, sabiendo lo que pensaban dijo al hombre del brazo paralítico: “Levántate y ponte ahí en medio”. Él se levantó y se quedó en pie, Jesús les dijo: “Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?”. Y echando en torno una mirada a todos le dijo al hombre: “Extiende el brazo”. Él lo hizo y su brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían que había que hacer con Jesús.
(Lucas 6, 6-11)

Meditación

Señor, tu poder a favor de los hombres no conoce barreras. Todos los días y todas las horas son del Señor del tiempo y del mundo para hacer el bien. Es infinitamente mayor tu poder benéfico que mi capacidad de recibir. ¡Llena Señor mi corazón de Ti, todos los días para que no se paralice mi vida cristiana!.


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