Decía Jesús: “¿A qué se parece el Reino de Dios?, ¿a qué le compararé?. Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas”. Y añadió: “¿A qué compararé el Reino de Dios?. Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta”.
(Lucas 13, 18-21)
MEDITACIÓN
Señor, aquél grano de mostaza que sembraste en el corazón de los hombres, ha crecido y hoy es un árbol frondoso al que pueden irse uniendo todos aquellos que libremente lo deseen. Pero la levadura ha de ser auténtica. Y yo ¿soy cristiano auténtico?, ¿lo certifican no mis palabras, sino mis hechos?.
© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.009
(Lucas 13, 18-21)
MEDITACIÓN
Señor, aquél grano de mostaza que sembraste en el corazón de los hombres, ha crecido y hoy es un árbol frondoso al que pueden irse uniendo todos aquellos que libremente lo deseen. Pero la levadura ha de ser auténtica. Y yo ¿soy cristiano auténtico?, ¿lo certifican no mis palabras, sino mis hechos?.
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