EVANGELIO DÍA 30 DE OCTUBRE






Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos le estaban espiando. Se encontró delante de un hombre enfermo de hidropesía, y dirigiéndose a los maestros de la Ley y fariseos, le preguntó: “¿Es lícito curar los sábados o no?”. Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió, y a ellos les dijo: “Si a uno de vosotros se le cae al pozo el hijo o el buey ¿no lo saca en seguida, aunque sea sábado?.”. Y se quedaron sin respuesta.
(Lucas 14, 1-6)

MEDITACIÓN

Señor, todo día y toda es hora es buena para hacer el bien. Tú así lo haces y yo lo acepto como norma de vida. Es mucho lo que quieres y puedes hacer de mi vida, para librarme de la hidropesía del espíritu. Yo anhelo ser tocado por Ti y ser curado.

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