LOS DIEZ MANDAMIENTOS Y LOS SEPHIROT VII







4. RESPETA EL SABBAT (SABADO).

A medida que avanzamos, se hace cada vez más difícil esbozar el sendero con palabras. El Sabbat fue el día donde Dios descansó de sus obras creadoras, es un espacio de silencio completo y absoluto, de descanso, donde lo esencial manifiesta su capacidad de retorno a la unidad. En el Moshes Dharma se enseña que el paraíso será como una sucesión interminable de Sabbat, es como si siempre fuese sábado, como si siempre todo permaneciera en silencio, en paz, en tranquilidad.

Júpiter es el planeta de la expansión, pero Júpiter expande todas las cosas haciendo sin hacer, tal es el poder del Padre de los Dioses. Entonces trascendido el hacer el no hacer, se llega a la verdadera actividad que es la No-Actividad o Actividad No-Dual. Aquí hay descanso, el estado que se ganó en la quinta esfera es sostenido en esta cuarta esfera y sellado para siempre.

Cuando una persona ha ganado la liberación, ¿qué deberá hacer?. Lo que sea, eso da igual, lo importante es que su mente se mantenga en descanso, como en el Sabbat y así todas las acciones que realice no serán kármicas, ni impuras. Si llegaste a este punto alcanzaste el Paraíso, ahora surge una duda: ¿Una vez realizada esta gran liberación deberá el hombre guardar silencio sobre ésta y vivir su vida aparentemente igual a los ojos del vulgo?. Bien podría hacerlo y es perfecto, hay unidad con Dios en este punto que es No-Dual, entonces cualquier cosa es posible. Sin embargo si la persona abandona su derecho al silencio del Sabbat y desea hablar, deberá tener cuidado con sus palabras y usar el poder que ha ganado sobre la dualidad de modo correcto. Sentirá en lo más profundo de su corazón el deseo de servir a los demás y ayudarles a liberarse también, por esto esta es la esfera de la Compasión y la Misericordia (Chesed).


(continuará)


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