EVANGELIO DÍA 11 DE NOVIEMBRE




Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a Su encuentro diez leprosos, que se pararon a alo lejos y a gritos le decían: “Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros”. Al verlos les dijo: “Id a presentaros a los sacerdotes”. Y mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole las gracias. Éste, era un samaritano. Jesús tomó la palabra y dijo: “¿No han quedado limpios los diez?, los otros nueve ¿dónde están?. ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?. Y le dijo: Levántate, tu fe te ha salvado”.
(Lucas 17, 111-19)

MEDITACIÓN

Señor, Maestro, ¡ten compasión de mi!. Te lo digo como si fuera el décimo leproso. No tengo lepra corporal, pero sí otras lepras, las espirituales, como son el egoísmo, la pereza, la crítica, el rencor, la envidia.... tantas cosas. Te lo ruego Maestro, cúrame de mi lepra espiritual, que yo sí volveré a darte las gracias, porque se que todo lo bueno que reciba en mi vida, proviene de Ti.

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