EVANGELIO DÍA 20 DE NOVIEMBRE





Entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores diciéndoles: “Escrito está, Mi casa es casa de oración, pero vosotros la habéis convertido en una cueva de bandidos”. Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y notables del pueblo, intentaban quitarlo de en medio, pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios.
(Lucas 19, 45-48)

MEDITACIÓN

Señor, mientras muchos te miran con rabia y desean quitarte de en medio, la gente sencilla está pendiente de tus labios. ¿Con quién estoy yo?. Tu sabes bien, que me gustaría hacer como María de Betania, de ponerme a tus pies y escuchar tus palabras de vida, que es lo único necesario. Pero también veo que necesito hacer las cosas de Marta para el sostén de mi casa. ¿Tengo realmente la fe necesaria y confiar en Tu providencia para lo diario?. Mientras esa fe se afianza en mi, ayúdame a que en medio de los trabajos de esta vida, no pierda de vista que mi templo, mi cuerpo, es casa de oración, y que ni lo profane ni te eche de él.


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