EVANGELIO DÍA 3 DE NOVIEMBRE





Uno de los comensales dijo a Jesús: “¡Dichoso el que coma en el banquete del Reino de Dios!”. Jesús le contestó: “Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete, mandó un criado a avisar a los convidados: Venid, que ya está preparado. Pero ellos se excusaron uno tras otro. El primero le dijo: He comprado un campo y tengo que ir a verlo, dispénsame por favor. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas, dispénsame por favor. Otro dijo: Me acabo de casar y naturalmente no puedo ir. El criado volvió a contárselo al amo. Entonces, el dueño de la casa indignado, le dijo al criado: Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, los lisiados, a los ciegos y cojos. El criado dijo: Señor, he hecho lo que me mandaste y todavía queda sitio. Entonces el amo le dijo: Sal por los caminos y senderos e insístiles hasta que entren y se me llene la casa.” Y os digo, que ninguno de aquellos convidados, probará Mi banquete.

MEDITACIÓN

Señor, no es fácil entender que ninguno de los invitados al banquete de Tu Reino acepte agradecido. Todos tienen cosas más importantes que hacer. Yo Señor, si acepto agradecido Tu invitación y espero con alegría ser digno de estar en Tu banquete.

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