EVANGELIO DÍA 8 DE NOVIEMBRE




Enseñaba Jesús a la multitud y les decía: “¡Cuidado con los escribas!. Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las Sinagogas y los primeros puestos en los banquetes, y devoran los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos. Ésos recibirán una sentencia más rigurosa”. Estando Jesús sentado enfrente del cepillo del templo, observaba a la gente que iba echando el dinero: Muchos ricos iban echando en cantidad, más se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos les dijo: “Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie, porque los demás han echado lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir”.
(Marcos 12, 38-44)

MEDITACIÓN

Señor, mientras los soberbios escribas ostentan su prepotencia, tu te fijas y alabas a la pobre viuda que daba una pequeña ofrenda. Que poco debe importarnos la opinión de la gente sobre nosotros, sólo es importante lo que Tú opines de mi.

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