MITOLOGIA TEMPLARIA XIV



El Baphomet



Además de lo más conocido en su interpretación como Relicario Jefe y la unión de las palabras Bau(tista) y Moha(med) de cuya vocalización podría derivarse Baphomet, hay otras consideraciones profundas a considerar.

Los Templarios estudiaron a fondo las Escrituras, para comprender, entre otras cosas, la figura de Lucifer, el ángel caído. Buscaron conceptos cabalísticos, de Prisciliano, gnosis y paganos, fuese cual fuese su procedencia. Esto es algo de lo que más quebraderos de cabeza le ha dado a la Iglesia, ya que un rostro (según cuenta la leyenda), era capaz de responder preguntas sobre el futuro, basándose en un sistema binario.

El término Baphomet, puede guardar relación con el bautismo de la inteligencia, si se relaciona con las voces griegas afrancesadas “baphè” y “metis”. Otros apuntan a la palabra Baal-phomet a los ritos dionisiacos, dios del vino de los griegos. Más últimamente, hay quien lo hace derivar de las palabras francesas “ubat el fumer” (boca del Padre), con lo que volvemos al rito de las ceremonias de Iniciación, poe tanto, más que un ídolo, es un rito.

Desde el punto de vista gnóstico, es un bautismo de fuego-espíritu por inmersión, que nos lleva a los orígenes del Bautismo y también hay una estrecha relación con la fiesta de Pentecostés, en que los caballeros celebran el Bautismo apostólico por el Espíritu Santo. Por tanto, Baphomet transmite un Bautismo espiritual para los Iniciados, pero no con agua, sino con fuego, el baño ígneo.

La palabra Baphomet, debe leerse al revés: TEM-O-H-P-AB, que es símbolo de las palabras latinas TEMPLI OMMUN HOMINUN PACIS ABBA, es decir, el Padre del Templo, paz universal a los hombres.

El Temple se asentó con pleno conocimiento, en aquellos enclaves llenos de fuerzas malignas, según la Iglesia. Monserrat, por ejemplo, estaba calificado como un lugar de residencia de las brujas desde el siglo II y mil años después, fue ocupado por los Templarios.

El Baphomet, está reproducido en numerosos lugares de la geografía Templaria española, entre ellos, tenemos una figura negruzca de granito en la fachada de la iglesia de Puebla de Sanabria en Zamora; en la zona superior del ábside de la iglesia de la Asunción en rafales (Teruel), así como en la villa de Artaiz en Navarra.

En Caracera (Soria) en un canecillo de la iglesia románica de San Pedro, aparee un Baphomet burlesco de horrible sonrisa que se ve en su triple rostro. También en Soria, se venera a San Saturio, santo de extraños orígenes, de color negro, que muchos vinculan con el Baphomet. En el mismo Templo, cerca de la capital, volvemos a encontrarnos con las rocas y el agua.

Lucifer, poseedor del pecado, ha sido siempre el enemigo a abatir y la Iglesia ya en el Concilio de Braga (Portugal) en el año 536, se declaraba excomulgado a todo el que negara que el diablo, antes era un ángel bueno creado por Dios, pero en cambio Satanás nació del caos y las tinieblas y no tiene Creador, sino que él mismo es el principio y la sustancia del mal. Entre los demonios principales, figura Astaroth, que seduce a través de la pereza y la vanidad; Verrin con la impaciencia, y es de destacar que el adversario de ambos es San Bartolomé.

El poseedor del mal, se ha llamado de muchas maneras: Lucifer, Satán, Belial, Beelzebub, demonio, diablo, etc. Veamos un poco la significación de alguno de éstos nombres:

-Beelzebub: Señor de las moscas y su misión es enviar plagas de éstos insectos a los humanos.

-Belial: Aparece en el Nuevo Testamento y en los escritos de Qumrâm. Es un personaje que a modo de ángel de las tinieblas, se enfrentó a los ángeles de la Luz. Es un ser tolerado por Dios, que tienta e intenta llevar el mal a los humanos.

-Bestia: Ser portador del mal que tienta contra la virtud y los hombres, para caer en el pecado. La Bestia diabólica, aparece representada como dragones que lanzan llamas de fuego y está vinculada al mito del Pelícano, que hunde sus raíces en las creencias cátaras, de antigüedad celta y son recogidas por los Templarios.

-Demonio: Término griego que deriva de “daio”, que significa desgarrar. La civilización helénica era un espíritu maligno que se alimentaba devorando a los cadáveres tras desgarrarlos. Se le considera el príncipe del mal.

-Diablo: Procede del término griego “diábolo”, que significa “el que arroja algo a través de ti”. Trataba la difamación y las calumnias y también se le distingue como el que divide y el adversario del bien.

-Lucifer: Se traduce como “el portador de la luz”. Fue en el medioevo cuando se le asoció con el príncipe de las tinieblas, al ser interpretado erróneamente un texto de Isaías que dice: Un lucero cayó del cielo para ir al infierno después de intentar ocupar el lugar de Dios. Se trataba realmente de la descripción del monarca asirio Sargón II y de Nabucodonosor II (siglo VII a.C.) que al morir ambos, se precipitaron al averno por sus ansias de poder.

-Satán: Aparece poco en el Antiguo Testamento no como individuo, sino para designar al acusador. Eran pues, los mismos ángeles que Dios encargó para avisarle de las malas acciones humanas. Progresivamente se revelan al preferir adorar a Adán y son portadores de la serpiente que supuestamente provocó el “pecado original”. A partid el Nuevo Testamento, Satán y el Diablo son sinónimos de “portador del mal”.


(continuará)


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