Esta cruz, es uno de los secretos enigmáticos del Temple, ya que posee un criptograma portador de una de las claves utilizadas para realizar mensajes secretos. Las letras, estarían representadas como en la imagen de arriba.
Da un total de 21 letras, 5 vocales y 16 consonantes que envuelven a los nueve primeros números.
La estructura de la cruz, inserta dentro del cuadrado, establece a la vez ángulos y puntos intermedios, representados por letras, y se podía leer por un código secreto que los elegidos llevaban consigo, así que sólo estaba al alcance de algunos Iniciados, que poseían los más profundos secretos de la Orden. También sus ocho puntas, representan el número de María, facilitan la meditación.
En la parroquia de Valderrobles (Teruel), hay una ventana en la capilla del Obispo Heredia, que tiene forma de triángulo. Es un rosetón único en España y ahí está el criptograma de esta cruz. Aquí no está dentro de un Círculo, como en la capilla de San Bartolomé de Ucero, sino como un triángulo equilátero, y también aparece el cabalístico número 7, figura geométrica que transmite además de todo el poder celestial, está relacionado con Dios Padre, generador de Vida.
La cruz de las 8 Beatitudes, si la incluimos en un polígono, dará como resultado un octágono, por lo que esta cruz, servirá como símbolo de base para el trazado octogonal que es característico de muchas capillas de la Orden del Temple. En el plano del maestro constructor, al signo mediador del ocho, añadían la significación central de la cruz, invisible en la construcción material, pero sin la cual, ésta ni existiría ni tendría razón de ser.
Ermita de Eunate (Navarra)
En este centro intangible, donde sumando a la realidad visible del ocho vemos que producirá el nueve ( 8 + 1 = 9 ), nos dice que en el esquema constructivo de estos edificios, basados en esta cruz con ocho puntas, contiene en sí tanto e número 8 como el 9. Y habría que preguntarse: ¿Por qué estos dos números precisamente?, ¿a qué símbolo cabalístico responden?. Atendiendo a las raíces de la Kabalah hebraica, el ocho significa lo que tiende a la forma, el seno donde dormita la vida, en concreto, la vida elemental. Se asocia a la justicia y el equilibrio de las cosas, porque está asociado por dos pares, además de que es luz y sombra.
En la Kabalah, el ocho significa también el predominio del intelecto sobre la materia, de la experiencia sobre la fuerza bruta, del conocimiento organizado, sobre el simple impulso. Pero esa vida latente y elemental, adquiere un carácter definido solamente cuando entra en contacto con la Unidad. Ese plasma-mater que contiene la Vida, no es más que la expresión simbólica de la Madre Tierra, la Virgen eterna, la suatancia Virgen Madre Universal o Virgen Negra, venerada por los Templarios, que sólo toma forma cuando es fecundada, cuando entra en contacto con la Unidad Divina. Entonces es cuando Dios produce una nueva vida humana y semidivina.
El nueve en la Kabalah, significa serpiente y sabiduría, ocultación, conservación y renovación. Es el número del Iniciado, la síntesis del bien y el mal, la suma y resta de todo lo que ha sucedido. SU significado esotérico más oculto, es el de la muralla escondida y erigida para ocultar y salvaguardar un anhelado tesoro o custodiar un objeto apreciado rodeado de peligros. En la Kabalah, el ocho o letra Heth, se corresponde con el octavo Sephira que se llama Hod (Gloria) y el numero nueve o letra Teth, se corresponde con el Sephira noveno de nombre Hesod (Fundación).
El modelo octogonal no es un invento Templario, éstos se limitaron a tomar el mismo de conocimientos ancestrales, con un sincretismo acorde con sus circunstancias y propósitos. Desde el momento de su llegada a Jerusalén y aposentarse en los sótanos del Templo de Salomón, en lo que hoy llamamos la mezquita de Omar o Cúpula de la Roca, occidente retoma con pujanza este tipo de construcción, realizando multitud de ellas la Orden del Temple por toda Europa.
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