SENDERO DEL GRIAL.OCTUBRE 2.009





Hermanos y Hermanas nuestros:

La gran Teresa de Ávila, murió la noche del 4 de Octubre de 1.582, pero como el Papa Gregorio XIII acababa de decretar la reforma del calendario romano, el día siguiente fue el 15 y por ello, se celebra su fiesta el 15 de Octubre. Santa Teresa, es uno de los más importantes (si no el que más) de nuestros místicos, pero su mística es activa.

Como el gran maestro Bernardo de Claraval, pasó gran parte de su vida fuera de su monasterio, reformando la desvirtuada Orden Carmelita, con la ayuda fraterna de San Juan de la Cruz. En veinte años, fundó dieciséis monasterios de monjas y catorce de frailes “con una grandeza de alma más que varonil”. Su pensamiento era una espada bien forjada y brilla con luz propia en sus obras espirituales, que son un florón de la literatura española.

La mística de Teresa, de Juan de la Cruz, de Bernardo, es también la mística de la Orden del Temple. Esta mística Iniciática es esencialmente activa y combativa (al contrario de la mística tradicional que sueña con “poseer a Dios” en el alma, plano psíquico, por medio de la mera contemplación), que atrae la presencia Divina en el santuario interior, por medio de la fuerza de su pensamiento. Un pensamiento forjado, purificado y potenciado en la lucha, para dar a conocer el Amor de Dios a los hombres, Amor que es el mismo Jesucristo. En esto consiste el dar testimonio de Jesús, dar testimonio de la Verdad encarnada en el Hijo de Dios. ESTA ES LA MISIÓN PRINCIPAL DE LA ORDEN DEL TEMPLE Y DE LOS TEMPLARIOS.

Dar testimonio de la Verdad, es algo tan importante que el Cristo revela que ha sido y es, es objeto fundamental de Su misión (Juan XVIII, 37); pues es el misterio mismo de la Redención, puesto que la Verdad redime al hombre de las tinieblas, la ignorancia y el error, que en el plano religioso llaman pecado.

Para los discípulos, para los soldados de Su Milicia, luchar para dar testimonio de la Verdad, es participar directamente en Su misión y también por consiguiente en la Gran Obra del Padre.


Existen dos maneras principales para dar testimonio de la Verdad: Una, por medio de la fe y el sacrificio de la vida, como lo hicieron millares de nuestros hermanos en el Medioevo; otra, por la revelación y la comunicación del Secreto de la Verdad a los que son susceptibles de captarlo, lo que supone una previa conquista por medio de la Iniciación Crística. Esta vía, es la que seguimos nosotros los Templarios y la vía que debéis esforzaros en seguir, queridos hermanos y hermanas nuestros.

El verdadero valor de toda acción es metafísico y depende únicamente de la fuerza del pensamiento que la proyecta, y si este pensamiento está impregnado de Vida Crística, se vuelve por sí mismo en pura acción metafísica.


Copy Right. Todos los derechos reservados. Orden del Temple.