EVANGELIO DÍA 18 DE ENERO




En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: “Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, ¿por qué los tuyos no?”. Jesús les contestó: “¿Es que pueden ayunar los amigos del novio mientras el novio está con ellos?. Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día, en que se lleven al novio; aquel día si que ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin remojar, a un manto pasado, porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque revienta los odres y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos”.
(Marcos 2, 18-22)

MEDITACIÓN

Señor, que mi ayuno, sea para hacer el bien, aprendiendo a compartir lo que soy y tengo y que toda mi vida, sea un alimento de esperanza para los demás. Que la imagen de Tu infinita misericordia, forme parte de mi forma de ser y actuar con mis hermanos los hombres.


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