PEREGRINACIONES. Historia I




Vamos a hacer un recorrido por las más antiguas peregrinaciones, para así hacernos a la idea que ha movido a los hombres a lo largo de los tiempos, a salir de su entorno y viajar, incluso con riesgo de su vida, a lugares remotos, para así conseguir unos beneficios espirituales. Vamos a comenzar por una de las más ancestrales conocidas.

PEREGRINACIONES A LOS TEMPLOS EGIPCIOS

Mucho antes de que los grandes templos se construyeran, el pueblo egipcio acudía desde los más remotos lugares de su país hacia la capital, para asistir a las Fiestas de la Inundación, que tenía lugar al llegar el solsticio de verano. Al río Nilo, se le agradecían los beneficios obtenidos por sus efectos fecundantes de sus aguas y légamos. Este pueblo, aún no era el gran Imperio que durante varios siglos se impondría en todo Próximo Oriente, sino pequeñas aldeas de agricultores, cuyo medio de vida estaba relacionado íntimamente con el río sagrado, y a éste se le hacían ofrendas e invocaciones.

Estos festivales por el sentir de los peregrinos eran de una gran sencillez, pero fueron evolucionando a rituales y profundos misterios conforme transcurrieron los milenios, y más aún, cuando ya fueron una realidad los grandes templos como los de Karnac o Luxor, que impusieron su prestigio sobre otros más pequeños que estaban en todas las ciudades del Alto y el Bajo Egipto. Tebas, era una ciudad donde se rendía culto a Amón, y en el norte estaba Abydos que adoraba a Osiris. Con éste culto, surge por vez primera la trascendencia del sacrificio de sangre, por medio del cual, el hombre espera encontrar el camino de aspiraciones más altas y que resurjan los valores en crisis.

El dios Set, viene a simbolizar el espíritu del mal y las tinieblas, así como su hermano Osiris representa el bien y la luz, siendo un benefactor de la humanidad. Gracias a Osiris y su esposa Isis, que llevaron la cultura a Egipto, fue como fueron saliendo los hombres primitivos de Egipto del salvajismo y aprendieron el cultivo de las tierras. Mas cuando Osiris se ausentó para llevar a otras partes del mundo la luz de su cultura y volvió a Egipto siendo adorado como dios, su hermano Set lo descuartizó en catorce trozos por envidia, ocultándolos separadamente. Isis buscó desconsolada los trozos del cuerpo de su esposo inútilmente, pero consiguió conmover al dios supremo Ra, que le envió ayuda, no sólo con el sapiente Thot, el gran sabio del mundo de los dioses, sino al leal Anubis que fue simbolizado con la cabeza de un perro.

Thot sería el teórico de los conceptos abstractos, filósofo, matemático y letrado, que conocía las causas primeras de las cosas, pero Anubis fue quien supo rastrear por todos los lugares hasta encontrar los trozos del cuerpo de Osiris, que cuando son hallados, resucita gracias a su hijo Horas y a Thot, que unen y embalsaman sus restos en un ritual que luego sería la base de la embalsamación egipcia.

El mito de Osiris, fue puesto en práctica por los sacerdotes en el festival anual delante del pueblo, que acudía de forma multitudinaria a presenciar la ceremonia. Los sacerdotes sacaban a Osiris del templo y era paseado por el río Nilo en una barca. Se escenificaba una batalla en la que Osiris caía muerto por Set y entonces daba comienzo el periodo ritual de aflicción que duraba varios días, mientras, el cuerpo de Osiris permanecía escondido fuera del templo y los peregrinos iban allí a depositar sus ofrendas y hacer sus peticiones. Pasado el tiempo del duelo, Set era vencido y el río se llenaba de barcas engalanadas que iban en busca de Osiris, que era escoltado hasta el templo mientras el pueblo gozaba por su vuelta a la vida. Se quemaba incienso sin parar y se producían cantos de júbilo. Cuando el cuerpo de Osiris llegaba al templo y eran cerradas sus puertas, si alguno de los peregrinos había conseguido coger alguna de las flores que adornaban al dios, ello compensaba los grandes sacrificios realizados par atravesar el desierto o remar durante días por el Nilo.

En Tebas, había otros festivales y peregrinaciones para honrar en este caso al dios Amón y pedirle los favores personales, ya que el resto del año que no fueran estas dos fiestas, el dios estaba en una cámara del templo adonde sólo podían acceder los sacerdotes, danzarinas sagradas y el Faraón.

La diosa Bastet, tenía su templo mas importante en Bubastis, el norte de Egipto y allí pererinaban todos los años miles de personas, ofreciendo sus ofrendas a la diosa. Las mujeres sobre todo, que al son de las flautas que los hombres hacían sonar, danzaban sin parar, cantaban e incluso se llegaban a verdaderas bacanales eróticas, ya que a esta diosa, se le atribuían la facultad de la fecundidad y la alegría que ello suponía para cualquier mujer de la época.



(continuará)

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