En aquel tiempo, Jesús dijo con voz fuerte: “El que cree en Mi, no cree solamente en Mi, sino también en mi Padre que me ha enviado. Y el que me ve al mi, ve también al que me ha enviado. Yo, que soy la luz, he venido al mundo para los que creen en mi no permanezcan en la oscuridad. Pero aquel que oye mis palabras y no las obedece, ni soy Yo quien le condena, porque Yo no he venido para condenar al mundo sino para salvarlo.. El que me desprecia y no hace caso de mis palabras, ya tiene quien le condene: Las palabras que he dicho, le condenarán el día último. Porque Yo no hablo por mi propia cuenta; el Padre que me ha enviado, me ha enseñado lo que debo decir y enseñar. Y sé que el mandato de mi Padre es para la vida eterna. Así pues, lo que digo, lo digo como el Padre me ha ordenado”.
(Juan13, 44-50)
MEDITACIÓN
Cuando en la vida tenemos etapas que se nos hace cuesta arriba y el futuro no está claro, el presente se nos presenta oscuro, dolo la fe y la luz de Jesús dentro de nosotros, es la que nos alumbra y muestra el camino.
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