EVANGELIO DÍA 4 DE ABRIL



El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro y vio quitada la piedra que ocultaba la entrada. Corrió entonces adonde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho y les dijo: “¡Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde le han puesto!”. Pero y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Se agachó a mirar y vio allí las vendas, pero no entró. Detrás de él, llegó Simón Pedro, que entró en el sepulcro. El también vio allí las vendas y vio además la tela que había servido para envolver la cabeza de Jesús no estaba junto a las vendas, sino enrollada y puesta aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro y vio lo que había pasado y creyó. Y es que todavía no habían entendido lo que dice la Escritura, que Él tenía que resucitar.

(Juan 20, 1-9)



MEDITACIÓN

Al igual que en otras cosas, crecer en la vida espiritual es un largo camino que puede durar años. En cada etapa de este proceso, comprendemos la vida y también los Evangelios de forma distinta. Es la señal que nos revela, que nuestra fe va madurando.



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