LUGARES DE PODER



Los lugares de poder, son espacios que ejercen sobre las formas una energía manifiestamente potenciales o sutiles, que se acumulan sobre ese sitio, y por ello se les consideran de poder. Hay dos relaciones con estas fuerzas:

· Las que significan el contacto con los Guías espirituales del hombre.

· Las que mantienen ciertas personas con entidades intermedias, con capacidad para influir sobre las leyes naturales.


En lo primero, hablamos de lo sagrado y en el segundo de lo mágico. Normalmente, estos lugares han sido reservados a una elite sacerdotal o de Iniciados. Hay sitios de energías perfectamente perceptibles que son muy famosos y hoy son centros de peregrinación. Otros, han sido olvidados y sus energías permanecen en ellos casi imperceptibles.


En la antigüedad, se nos muestra al hombre muy desvalido ante las fuerzas hostiles que le aniquilan, pero que ellos atribuyen a entidades poderosas con actitudes caprichosas, que de tarde en tarde actuaban con benevolencia. Así, esos entes creados por el propio hombre que para calmarlos, hizo falta crear una casta para que hicieran de intermediaron con ellos. De ahí surgió la casta sacerdotal con distintos nombres: Sacerdotes, brujos, hechiceros, chamanes, etc., que se hicieron grupos cerrados e inaccesibles.

Jano, fue elevado a la categoría de dios por Pompilio en el año 700 aproximadamente a.C., cuando fue emperador de Roma. Es el protector de todo lo que empieza y tiene a su cargo todas las puertas, tanto las simbólicas como las reales. Está inspirado en la figura de Iamis, rey latino del Lacio.

Julio Cesar, reforma el calendario el año 47 a.C. y lo establece como Juliano, y decreta que el primer mes se llamará Januarius (Enero). Jano está muy relacionado con los ritos de Iniciación y de misterios, lo que significa el tránsito de la ignorancia a la Sabiduría. Le dedicaban dos fiestas al año que coincidían con ambos solsticios y también con las dos puertas que representaban las vías del cielo y el infierno, es decir, los accesos a dos tipos de conocimiento: Los emanados de las Potencias superiores y los que están bajo la custodia de los inferiores.

Las imágenes cambian en la Edad Media, una derivada de su adaptación al cristianismo y otra que tiende al laicismo. No sólo estaban regidos estos misterios por Jano, sino también por Ceres, Cibeles o Isis, que es como se le llama a la diosa del proceso agrícola (de ahí el término de cereales), de la cual Fulcanelli dice que es la madre de todas las cosas y entre ellas de la sabiduría hermética.

La revelación de sus secretos a los profanos era castigada con la muerte. El dios, conserva sus características al ser asimilado por el cristianismo, que incorpora parte de su simbolismo a San Juan Bautista y San Juan Evangelista (Jano pasará a ser Juan), cuya s fiestas se celebran en los solsticios del 24 de Junio y 27 de Diciembre. Esta fiesta dedicada a su natividad, es decir al nacimiento o Iniciación, que luego se incorporará al panteón de grupos como los Templarios, gnósticos, cátaros, masones, etc., a la vez que es una figura fundamental para la alquimia. En consecuencia, es el que precede y tiene la función de impartir el Bautismo, tanto sacerdotal como el rito lustral e imprescindible para el crecimiento espiritual del discípulo.

El otro Juan, autor del cuarto Evangelio, cuyo contenido difiere de los otros tres, más centrados en la vida de Jesús, sus milagros y hechos. Es el más esotérico de todos. Jano, Juan, simboliza la dualidad, es el andrógeno del que habla la Alquimia. Es la meta de quien pone su voluntad al servicio de la Gran Obra, transmutar la materia y ennoblecerla. Jano, Juan, es el Adepto que recibe los poderes que le confieren su condición de maestro, conocedor de los misterios del mundo y el acceso y dominio de las entidades espirituales. Por un lado, entran a su servicio una legión de seres fabulosos, dotados de poder sobre la naturaleza y por otro, recibe el conocimiento secreto de las entidades superiores que dirigen las Leyes del Universo.

Dos caras de la misma moneda, una de ellas, la búsqueda en el interior de la Tierra de las energías perceptibles e imperceptibles para dominarlas y ponerlas a su servicio, con la intermediación de objetos que dota de poder como piedras, talismanes, minerales, etc. La otra, es acumular energías espirituales para poder comunicarse con su Creador o Creadores, que son a su vez Guías.

(continuará)
 
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