EVANGELIO DÍA 6 DE JUNIO



En aquel tiempo, Jesús recibió a la gente, les habló del Reino de Dios y sanó a los enfermos. Cuando ya comenzaba a hacerse tarde, se acercaron a Jesús los doce discípulos y le dijeron: “Despide a la gente, para que vayan a descansar y a buscar comida por las aldeas y los campos cercanos, porque en este lugar no hay nada”. Jesús les dijo: “Dadles vosotros de comer”. Contestaron: “No tenemos más que cinco panes y dos peces, a menos que vayamos a comprar comida para toda esta gente”. Eran unos cinco mil hombres. Pero Jesús dijo a sus discípulos: “Haced que se sienten en grupos, como de cincuenta en cincuenta”. Así lo hicieron y se sentaron todos. Luego, Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos peces y mirando el ciaelo, dio gracias a Dios, los partió y los dio a sus discípulos para que los repartieran entre toda la gente. La gente comió hasta quedar satisfecha y todavía llenaron doce canastas con los trozos que sobraron.

(Lucas 9, 11b-17)



MEDITACIÓN



Es evidente que los problemas del mundo son demasiados como para que los resuelva una sola persona, pero eso no es excusa para no aportar nuestra parte. Si nos ponemos manos a la obra, Dios multiplicará el bien que hacemos y nuestra vida se convertirá en lo que está llamada a ser: Un milagro para los otros. Ser pan para los demás, es una bonita misión. Busca hoy en qué puedes partirte para los demás, para los que tienen hambre de ti, de tu ayuda, de tu comprensión. No esperes a mañana.



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