EN BUSCA DEL GRIAL (VII)



Autor: Hermano. A.L.

IX. La actitud del Templario ante determinados hechos.


Durante la Semana Santa pasada, tuvimos noticias en nuestra ciudad, de que un conductor totalmente ebrio, habiendo perdido todos los puntos del carnet de conducir, y por tanto sin permiso para circular, iba a 100 kms./hora por las calles, como si quisiera darse un gran porrazo, y en esto atropelló y mató a dos jóvenes que atravesaban la calle por el paso de peatones en verde para ellas. Con este acto terrible, mucha gente se llena de odio contra los ocupantes del vehículo, que al parecer supuestamente,  también además del consumo de alcohol lo eran de otras sustancias, y ese odio que se puede generar en nosotros por ese execrable acto, está prohibido por el Hijo del Hombre en los Evangelios. No sólo se ha de tener compasión por los familiares de las dos jóvenes trágicamente fallecidas, sino también de los familiares del conductor “kamikaze” y por ellos mismos por haber llegado a esa demoledora forma de vivir, teniendo también tan pocos años.

El Evangelio no quiere que lo juzguemos de modo vengativo y que sea la justicia del mundo la que actúe. Demos al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Roguemos por todos ellos, pues es por estas personas que han perdido el camino, por las que el Hijo Unigénito de Dios, vino a este mundo.

Non Nobis.

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