EVANGELIO DÍA 21 DE JULIO



Aquel mismo día, salió Jesús de casa y fue a sentarse a la orilla del lago. Como se reunió mucha gente , subió Jesús en una barca y se sentó, mientras la gene se quedaba en la orilla. Y se puso a hablarles de muchas cosas por medio de parábolas. Les dijo: “Un sembrador salió a sembrar, y una parte de la semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se las comieron. Otra parte cayó entre las piedras, donde no había mucha tierra; aquella semilla brotó pronto, porque la tierra no era profunda, pero el Sol, al salir la quemó, y cómo no tenía raíz, se secó. Otra parte cayó entre espinos y los espinos crecieron y la ahogaron. Pero otra parte, cayó en buena tierra y dio una buena cosecha: Unas espigas dieron cien granos por semilla, otras dieron setenta y otras treinta. Los que tienen oídos, que oigan”.

(Mateo 13, 1-9)



MEDITACIÓN



Las vicisitudes de la vida, no son más que contingencias, circunstancias. En ningún caso son señales del castigo de Dios. Estamos llamados a vivir con fe y confianza, sabiendo que no es Dios quien nos amarga la vida, sino que al contrario, Él es quien nos sostiene a pesar de las desgracias.



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