LA RUTA DE SANTIAGO EN ESPAÑA (I)



El camino del Camino de Santiago en España, donde encontramos verdaderas joyas del arte románico, recogía las cuatro rutas francesas en Puente de la Reina, donde la cultura, el arte y la religión de Europa se reunían en un camino único hacia el fin de Occidente. El puente de la Reina, construido sobre el río Arga, fue mandado hacer por Doña Mayor, condesa de Castilla y reina de Navarra y desde él, el peregrino iba a ir visitando una serie de monumentos románicos, puentes romanos más o menos ruinosos y unos maravillosos paisajes, que cambiaban desde los verdes prados a montañas sobrecogedoras, todas etapas muy penosas a pesar de la belleza circundante, hasta que exhaustos, llegaban a los monasterios u hospitales donde se reponían del cansancio.

A continuación, se llegaba a Estella y posteriormente a Nájera, con el puntoso monasterio de Santa María la Real, de mediados del siglo XI, cuya iglesia, claustro y convento, desaparecieron a principios del siglo XV, siendo renovados a partir de esas fechas, pero sin conservar el antiguo carácter. El monasterio primitivo, fue construido a causa del voto realizado por el rey Don García de Navarra, y cuenta la leyenda, que cuando iba un día de caza, descubrió junto al río Najerilla, una cueva que tenía la entrada oculta por la maleza, encontrando en su interior un pequeño y rústico altar, sobre el que estaba colocada una imagen de la Virgen con el Niño en brazos. Por esta razón, quiso erigir allí un monasterio poblado por los benedictinos de la Orden de Cluny, destinándose también a panteón de reyes.

Seguidamente, continuaba el viajero hacia Santo Domingo de la Calzada, que lleva su nombre en memoria del santo que dedicó su vida a construir puentes y hospitales para los peregrinos que iban hacia Santiago. Su discípulo San Juan de Ortiga, cuando regresó de Tierra Santa, también comenzó a proteger a los peregrinos, levantando una ermita en los montes de Oca, con un pequeño monasterio, cuyos monjes socorrían también a los caminantes. Éstos, construyeron puentes, repararon los caminos y auxiliaban a todos. Desde su muerte, sus restos se guardan allí.

Desde ese lugar, la ruta continuaba hacia Burgos, antigua capital de Castilla, donde no quedaban apenas vestigios del arte románico, más su catedral primitiva, construida bajo el reinado de Alfonso VI, cuyas obras comenzaron en 1.075, y fue allí donde Fernando III el Santo, colocó en 1.221 la primera piedra de la impresionante catedral gótica, cuya obra duraría nada menos que tres siglos. Allí se encuentran los restos del Cid Campeador y su esposa Doña Jimena.

(continuará)

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