EVANGELIO DÍA 10 DE OCTUBRE



En Su camino a Jerusalén, pasó Jesús entre las regiones de Samaria y Galilea. Al llegar a cierta aldea le salieron al encuentro diez hombres enfermos de lepra, que desde lejos le gritaban: “¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!”. Al verlos, Jesús les dijo: “Id a presentaros a los sacerdotes”. Mientras iban, quedaron limpios de su enfermedad. Uno de ellos, al verse sanado, regresó alabando a Dios a grandes voces y se inclinó hasta el suelo ante Jesús para darle las gracias. Este hombre era de Samaria. Jesús dijo: “¿Acaso no son diez los que quedaron limpios de su enfermedad?, ¿dónde están los otros nueve?, ¿únicamente este extranjero ha vuelto para alabar a Dios?”. Y dijo al hombre: “”Levántate y vete. Por tu fe has sido sanado”.

(Lucas 17, 11-19)



MEDITACIÓN



Los samaritanos eran enemigos de los israelitas, pero Jesús no tiene enemigos. Sin embargo, en nombre de la religión, nos hemos creado demasiados enemigos a lo largo de la historia. Ya es tiempo de sanar las heridas causadas. Ya es tiempo de convertirnos en Jesús para todo el mundo.



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