EVANGELIO DÍA 5 DE NOVIEMBRE



Jesús contó esto también a sus discípulos: “Un hombre rico tenía un administrador que fue acusado de malversación de bienes. El amo le llamó y le dijo: ¿Qué es eso que me dicen de ti?. Dame cuenta de tu trabajo porque no puedes seguir siendo mi administrador. El administrador se puso a pensar: ¿Qué haré ahora que el amo me deja sin empleo?. No tengo fuerzas para cavar la tierra y me da vergüenza pedir limosna... Ah, ya sé qué hacer para que haya quienes me reciban en sus casas cuando me quede sin trabajo. Llamó entonces uno por uno a los que tenían alguna deuda con el amo y preguntó al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?. Le contestó: Cien barriles de aceite. El administrador le dijo: Aquí está tu recibo, siéntate en seguida y apunta sólo cincuenta. Después preguntó a otro: Y tú ¿cuánto le debes?. Este le contestó: Cien medidas de trigo. Le dijo: Aquí está tu recibo, apunta sólo ochenta. El amo reconoció que aquel administrador deshonesto había actuado con astucia. Y es que, tratándose de sus propios negocios, los que pertenecen al mundo son más listos que los que pertenecen a la luz”.

(Lucas 16, 1-8)



MEDITACIÓN



Ser cristiano tiene su complicación: Caemos y nos levantamos una y otra vez. Lo importante no es ser perfectos, sino mantenernos en el camino y eso, al final, determinará la calidad de nuestra vida cristiana.



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