LA LEYENDA DEL GRAAL (Segunda Parte) (I)




Parzival, una de las más emblemáticas obras sobre el Grial, con un poema de 24.810 versos, fue escrita por Wolfram von Eschenbach. Repite el esquema de Troyes, pero aporta inquietantes características en el desenlace. El autor refiere que la historia le fue contada por un maestro llamado Kiot el Provenzal, el cual la había leído en unos manuscritos árabes hallados en Toledo, cuyo autor era un astrólogo judío llamado Flegetanis.

Con nombres diferentes, la obra comienza con un gran parecido con la de Troyes, aunque cambia el escenario, pues transcurre en el Oriente islámico, ya que en esta, hay un guerrero llamado Gahmuret, que será el padre de Parzival, procedente de Anjou, que lucha a favor del califa Baruc en Bagdad. Gahmuret, casa con una reina negra llamada Belacane, con la que tendrá un hijo que llamará Vairefils. De regreso a Gales, se vuelve a casar con una doncella que es princesa, llamada Herzeloide, con la que tendrá asimismo un hijo. Vuelve a Oriente llamado por el Califa, y muere en una batalla. Harzeloide, dará a luz un niño que se llamará Parzival, y será llmada la Dama Viuda.

También es distinto el encuentro de Parzival con el Grial, ya que cambia el cortejo y además el Grial no es una copa sino una piedra de máxima pureza a la que se llama Lapsit Exilis y la reina que la porta es llamada Dispensadora de Gozos.

Cuando Parcival se va del castillo, en las diferentes batallas rompe la espada que le habían entregado, por lo que va al herrero Trevizent para que le haga una nueva. A partir de aquí, la historia toma un giro diferente a la de Troyes. El herrero empieza a contarle unos relatos sobre el Grial, protegido por los Templarios, que toman unos alimentos que proceden de una piedra preciosa que es toda pureza: Lapsit Exilis. Ésta cura enfermedades y hace no envejecer. Cuenta también, que en el borde de la piedra, están grabados los nombres y el linaje de los destinados a cumplir ese viaje para conseguirla. Los elegidos pueden estar en lejanos países o allí mismo.

El esoterismo del Grial, dice que nadie puede entrar en el Santuario si no es elegido mágicamente. Parzival, va a la corte de Arturo, donde la bruja Kundry le comunica, que en la piedra divina apareció una nueva inscripción de que el joven debe convertirse en el nuevo rey del Grial.

Wolfram representa el Grial como una piedra que llama, tal hemos dicho, Lapsit Exilis, que para algunos representa Lapis Betillis, (piedra caída del cielo según los griegos; otros la asocian al Lapis Elixir, es decir, el elixir de la regeneración de los alquimistas. Otros la llaman Lapis Excoelis o piedra celestial. Cualquiera de estas interpretaciones son válids para las cualidades mágicas y esotéricas de Wolfram, que también asegura que es la piedra que se desprendió de la corona de Lucifer, durante la batalla de Dios y Satanás y en su caída, fue recogida por los ángeles que fueron condenados a bajar a la Tierra por estar neutrales en la contienda. La piedra fue custodiada por caballeros Templarios designados a este efecto y se nutrirían de ella, lo cual parece relacionarse con la piedra filosofal de los alquimistas, que obsesionó a muchos en la Edad Media.

La cofradía que custodia el Grial, lucha para que no caiga en manos impuras; de todas maneras, la obra de Wolfram tiene elementos espirituales muy elevados, que contribuyeron al asentamiento de la leyenda cristiana del Grial en la Europa continental.

La unión del hombre guerrero corriente con el espiritual resultaría peligrosa, ya que podían considerarse “elegidos” para realizar gestas fanáticas y violentas. A propósito de esto, Parzival era uno de los libros de cabecera de Hitler, que se inspiró en éste y otros textos, para hacer parte de su doctrina, además de que cuando ocupó Francia, mandó a un hombre de su confianza a buscar el Grial.

Otras obras sobre el Grial

Posteriormente a las tres obras principales del Grial, se sumaron muchos literatos que deseaban proponer sus propios desenlaces. Las obras aparecieron entre 1.180 y 1.270 y algunos conservaron parte del esquema principal, pero con otros finales. La primera se llamó Première Continuation de Perzeval, escrita en francés antiguo a finales del siglo XII; atribuída, aunque con dudas, a Wauchier de Denain, que era un clérigo de Flandes. Esta obra sigue las aventuras de Gwain, olvidando el personaje de Perzeval. La segunda obra fue Deuxième Continuation, del mismo autor.

La tercera está realizada en francés antiguo por Mannesier, entre 1.226 a 1.230, se conecta con la anterior que quedó inconclusa, y ahí ya se cumple la proeza esperada, pues vieron llegar a Lanza y el Grial portados por dos doncellas.

La cuarta y última, continuación de Le Conte du Graal, también en francés antiguo, escrita entre el 1.226 y el 30 por Gerbert de Montreuil, orienta el Grial hacia aspectos fundamentalmente religiosos.

(continuará)

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