También les dijo: “¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de una vasija o debajo de la cama?. No, una lámpara se pone en alto para que alumbre. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a ponerse en claro. Los que tengan oídos, oigan”. También les dijo: “Fijaos en lo que oís. Con la misma medida con que midáis, Dios os medirá a vosotros y os dará todavía más. Pues al que tiene, se le dará más, pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará”.
(Marcos 4, 21-25)
MEDITACIÓN
Jesús ha querido compartir Su Luz con nosotros. Ahora, es nuestro tiempo de alumbrar, de ser una presencia clara, un camino cierto, una esperanza segura, una forma de amar que libera y crea un mundo distinto. No hay que ocultar la Luz de Cristo y mucho menos por vergüenza o temor, hay que defenderla para dar razón de nuestra misión.
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