EVANGELIO DÍA 17 DE FEBRERO



Después de esto, Jesús y sus discípulos, se dirigieron a las aldeas de la región de Cesarea de Filipo. En el camino, preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que soy yo?”. Ellos contestaron: “Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros que eres Elías y otros que eres uno de los Profetas”. “Y vosotros, ¿quién decís que soy?”, les preguntó. Pedro le respondió: “Tú eres el Mesías”. Pero Jesús les ordenó que no hablaran de Él  a nadie. Comenzó Jesús a enseñarles que el Hijo del Hombre tenía que sufrir mucho, y que sería rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la Ley. Les dijo que lo iban a matar, pero que resucitaría a los tres días. Esto se lo advirtió claramente. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderle. Pero Jesús se volvió, miró a los discípulos y reprendió a Pedro diciéndole: “¡Apártate de Mi Satanás!, tú no ves las cosas como  las e Dios, sino como las ven los hombres”.
(Marcos 8, 27-33)

MEDITACIÓN

Las tentaciones que nos acechan día a día tienen una dimensión cognitiva muy importante. Antes de caer en la tentación, se modifica de alguna forma nuestra forma de percibir e interpretar la realidad, ya que dejamos de ver las cosas como las ve Dios y comenzamos a interpretarlas como cualquier ser humano. Incluso tu mejor amigo, puede alejarte de ver las cosas como hace Dios.

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