EVANGELIO DÍA 11 DE MAYO



En aquel tiempo, Jesús dijo: “Yo Soy el pan que da Vida. El que viene a Mi, nunca más tendrá hambre y el que en Mí cree, nunca más tendrá sed. Pero como ya os dije, vosotros no creéis aunque me habéis visto. Todos los que el Padre me da vienen a Mi y a los que vienen a Mi no los echaré fuera. Porque no he venido del cielo para hacer mi propia voluntad, sino para hacer la voluntad de Mi Padre que me ha enviado. Y la voluntad del que me ha enviado es que Yo no pierda a ninguno de los que me ha dado, sino que los resucite el día último. Porque la voluntad de Mi Padre, es que todo aquel que ve al Hijo de Dios y cree en Él, tenga vida eterna y Yo le resucitaré en el día último”.
(Juan 6, 35-40)

MEDITACIÓN

Jesús se define como muchas formas como el Absoluto de la vida. También define la carencia de amor que todo ser humano lleva en su corazón, heridas que habitan desde siempre. Él se ofrece como lo más básico, lo más necesario, lo más simple para tener fuerzas para vivir. Es el alimento que nace de la tierra trabajada, del sudor y de la paciencia. Jesús es la fuente misma del amor, no sólo su cauce, por eso puede serenar el alma, el hambre y la sed.

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