EVANGELIO DÍA 17 DE JULIO



Jesús, les contó esta otra parábola: “El Reino de los Cielos, puede compararse a un hombre que sembró una buena semilla en su campo, pero mientras todos estaban durmiendo, llegó un enemigo que sembró mala hierba entre el trigo y se fue. Cuando creció el trigo y se formó la espiga, apareció también la mala hierba. Los labradores le preguntaron: ¿Quieres que vayamos a arrancar la mala hierba?. Pero él les dijo: No, porque al arrancar la mala hierba podéis arrancar también el trigo. Es mejor dejarlos crecer juntos hasta la siega, entonces mandaré a los segadores a recoger primero la mala hierba y atarla en manojos para quemarla y que luego guarden el trigo en mi granero”. Jesús les contó también esta parábola: “El Reino de los Cielos, se puede comparar a una semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo. Es sin duda la más pequeña de todas las semillas, pero cuando ha crecido es más grande que las otras plantas del huerto, llega a hacerse como un árbol entre cuyas ramas van a anidar los pájaros”.
(Mateo 13, 24.43)

MEDITACIÓN

La aceptación del límite, de lo imperfecto, del mal escondido y pronto para actuar, forma parte de la vivencia del Reino. Lo pequeño, lo insignificante, lo que madura en silencio y crece, es parte del Reino. La caridad que se expande y acoge la vida en todas sus formas, es parte del Reino. Mientras el Reino crece por la voluntad de miles, sufre derrotas por voluntad de miles, también. Los discípulos del Reino, están amparados por los ángeles y por todo el Cielo. ¡Pide su protección mientras aportas tu granito de arena, valioso e imprescindible!.

© Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.011