EVANGELIO DÍA 26 DE JULIO



Jesús despidió a la gente y entró en la casa. Sus discípulos se acercaron a Él y le pidieron que les explicase la parábola de la mala hierba en el campo. Él les respondió: “El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre y el campo es el mundo. La buena semilla representa a los que son del Reino; la mala hierba a los que son del maligno y el enemigo que sembró la mala hierba es el diablo. La siega representa el fin del mundo y los segadores son los ángeles. Así como se recoge la mala hierba y se la quema en una hoguera, así sucederá al fin del mundo. El Hijo del Hombre mandará a sus ángeles a recoger de Su Reino a todos los que hacen pecar a otros y los que practican el mal. Los arrojarán al horno encendido, donde llorarán y rechinarán los dientes. Entonces aquellos que cumplen lo ordenado por Dios, brillarán como el Sol en el Reino de su padre. Los que tiene oídos, oigan”.
(Mareo 13, 36-43)

MEDITACIÓN

Dios no se ha desentendido del mundo, sólo espera el tiempo oportuno para actuar visiblemente, el tiempo final y sólo es visto por aquellos que tienen fe. Hasta que Jesús vuelva, hay que rezar y obrar para que la semilla del mal, pierda toda su fuerza y capacidad de destrucción.

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