¿QUIEN FUE JUAN? (IV)



Con la esperanza de disuadirlos, les pidió los pendientes de oro que llevaban en las orejas, pero habiéndose desprendido todos de las joyas, Aarón las hizo fundir, en un simulacro muy semejante a los que habían conocido en Egipto, y el pueblo gritaba ante él: “He aquí tu Dios que te sacó de Egipto”, mientras, se prepararon los enseres necesarios para un holocausto y sacrificio a la mañana siguiente (Ver: Éxodo 32:1-6). Los cantos y las danzas fueron interrumpidos por la llegada imprevista de Moisés, que, montando en cólera, redujo el ídolo a cenizas y las arrojó al agua, que bebieron los culpables.

Moisés reprochó la conducta de su hermano Aarón por haber llevado al pueblo a semejante ocasión de pecado, y hubiese perecido él mismo víctima de la venganza de los sacerdotes, que pasaron a cuchillo a unos tres mil hombres, de no haber intervenido el mismo Moisés en su favor. Las palabras que dio como excusa de semejante proceder indican que obró por coacción del pueblo, cegado en su rebeldía (Ver: Éxodo 32:17-29).

El relato de la promoción de Aarón y de sus hijos al sacerdocio da una idea de la importancia que el culto a Jehová tenía en la Ley de Moisés. Se describen sus vestiduras con todo detalle (Ver: Éxodo 39:1-31), y el ceremonial de su toma de posesión, que culminó con la bendición de Aarón al pueblo y la manifestación de la gloria de Jehová (Lv. 8-9). Una falta de confianza en la Palabra de Dios en Cades atrajo sobre Aarón y Moisés el castigo de no entrar en la tierra prometida (Nm. 20:1-13). Murió a la edad de 123 años en el monte Hor, y el pueblo le lloró durante treinta días (Nm. 20:22-29; Dt. 10:6; 32:50-51).

La casa sacerdotal se designa con el nombre de “Casa de Aarón” (Ver: Salmos 115:10-12). Su carácter careció de la firmeza y las dotes de dirigente de su hermano Moisés, habiendo pecado juntamente con el pueblo, aunque supo humillarse y reconocer su falta.

Dios usa a quienes, habiendo pecado, se arrepienten y reconocen sus errores. Su vara se guardó en el Arca (Ver: Hebreos 9:4). Su sacerdocio es una sombra del Sacerdocio de Cristo, que no termina, es eterno y perfecto (Ver: Hebreos 5:1-10; 7:11-19).
A pesar de sus flaquezas, fue un tipo de Cristo por haber sido llamado por Dios, bañado en agua y ungido; (Levitico 8-12)  por haber llevado sobre su pecho los nombres de las doce tribus (Levítico 8;6-8), pues  Moisés le colocó el pectoral con los urim y los tummin (Éxodo 28;21) y por ser el intercesor del pueblo entrando en el santuario con la sangre expiatoria en el día de la expiación (Ver: Hebreos 6:20).


Como vemos, Aarón significa Maestro o excelso, y los descendientes de los sacerdotes cuando eran Iniciados tomaban el nombre de su cargo, el cuál solía coincidir con el nombre del primer sacerdote de su casta, o a veces en el nombre de un arcángel según el estadío sacerdotal que tuviese. Juan Bautista al descender por parte materna de Aarón, él era el Aarón, o el Maestro. Por esta razón, muchos de su época lo confundieron con el Mesías esperado, pues entendieron Mesías por Maestro, excelso, como el nombre que su cargo indica. Al fallecer Juan Bautista, al ser degollado, el cargo de Maestro pasó a Jesús, pues eran primos hermanos por parte materna.

(Continuará)

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