MONASTERIO DE EL ESCORIAL (Primera Parte) (XIII)

Claustro Principal Bajo

De las Salas Capitulares que ocupan la crujía meridional del Claustro Principal Bajo, se sale a éste, constituido por una espaciosa galería en granito de 56 metros de lado 7 de ancho y 8 de altura, con bóvedas de cañón con lunetas, cuyos muros fueron decorados con grandes pinturas al fresco sobre la vida de Jesucristo, realizados por Peregrín Tebaldi que en el lado oriental son las mejores por ser él el autor y las otras por sus discípulos. En el lienzo Norte, hay una puerta llamada de las Procesiones, porque por ella entran y salen en las grandes solemnidades. En los ángulos, se forman dos capillas o estaciones, con unos grandes retablos con puertas en forma de díctico, pintadas por grandes artistas.




Escalera Principal

En el centro de la crujía occidental, tres arcos dan paso a la gran escalera que fue la principal y que comunica el piso  bajo con el Claustro Alto o el de las Procesiones, siendo su traza de Juan Bautista Castello, y por su grandeza y majestad, puede tenerse por una de las cosas más notable del Monasterio. Su altura es de 23 metros, 8 de anchura y tiene 52 peldaños de granito de una sola pieza de 4.40 metros de largo. Comienza con un solo ramal, para dividirse en dos en el rellano situado a la mitad.

Si decoración de pinturas al fresco es más que notable, con paneles pintados de la vida de Jesucristo, pero la obra más considerable corresponde a Lucas Jordán, que en la época de Carlos II pintó el gran friso y la grandiosa bóveda, realizando una obra de belleza extraordinaria y de una técnica insuperable, en el increíble tiempo de siete meses. La tituló La Gloria. En lo alto se encuentra el trono de la Santísima Trinidad, rodeado de nubes, luz y ángeles. A su derecha, la Virgen con ángeles que llevan los emblemas de la Pasión y frente a ellos, Reyes Santos: Los españoles San Hermenegildo y San Fernando; San Enrique, emperador de Alemania; San Eusebio, rey de Hungría; San Casimiro, Príncipe de Polonia. Debajo: San Jerónimo con hábito de Cardenal introduce a Carlos V y Felipe II y aquél, ofreciendo dos coronas, las de Emperador y Rey de Alemania y España y éste un globo, símbolo de su poder en el mundo entero. San Lorenzo, también se acerca como intercesor, y en los cuatro ángulos, las Virtudes Cardinales y los grupos que de ellas se derivan: Dos bellas matronas simbolizan la Majestad real en el lado del medio día y a la Iglesia Católica en el lado Norte, que se auxilian mutuamente.
       
        En el lado occidental, vemos a Carlos II, quien explica a su esposa Maria Ana de Neuburg y a su madre Doña Mariana de Austria, el significado de esta pintura ejecutada a sus expensas.

 Escalera Principal




                                                           Bóveda. La Gloria. Lucas Jordán.

(Continuará)


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