EL CAMINO INICIÁTICO DE SANTIAGO. (Segunda Parte) (II)





Jaca


        Cuando llegamos a Jaca, nos encontramos en uno de los puntos más importantes del Camino, y su comarca es lo que los franceses llaman un “Haut-lieu”, es decir, lugar sagrado donde hay un Conocimiento trascendental. En Jaca, la intemporalidad se hace tangible y nunca tendremos el mundo románico más cercano y palpable que al llegar a su catedral y entrar en ella, paseando antes por su alrededor.


                                                                                   Catedral de Jaca. Fachada.

 Hasta el mismo nombre de la ciudad es un enigma, y parece suponer, que el término latino Iacca, esté relacionado con el radical vasco iak, ligado a la idea del saber. Es curiosa la existencia de dos puntos Jac en los extremos de un Camino transitado durante siglos, por los Jacques o compañeros constructores.

Al llegar a Jaca, conviene recordar que por ella pasa la gran línea  de  corrientes  telúricas que unen Pau y Zaragoza y por tanto , la capacidad de esta región como emisora-receptora de fuerzas terrestres y celestes se potencia aquí de manera fantástica. El hombre de hoy, con sus sentidos completamente embotados, apenas se da cuenta de la luminosidad de su cielo y la transparencia de sus noches, que son constantes en un lugar privilegiado. Aquí, estamos en el sitio correcto para ayudar a sensibilizar al peregrino y poner a prueba por vez primera, su receptividad que deberá ir aumentando a lo largo del Camino.

En el exterior, la impresión que causa la Catedral no es muy halagüeña, ya que su torre maciza y que a causa de las casas adosadas le hacen imposible una perspectiva, no facilitan mucho al espíritu la posibilidad de sentirla. El peregrino, debe pensar que está en una Catedral de detalles, experimentos e invenciones, y deberá ir del análisis a la síntesis, sabiendo que en un capitel (un átomo), está ya la esencia del monumento total (la substancia cristalizada).

Sólo en su interior se percibe la magnitud de sus dimensiones, realmente abrumadoras, siendo la primera obra de semejante envergadura emprendida en España.  No se tiene claro las fechas del comienzo de las obras y si la bóveda fue de piedra o de madera. Concebida como Basílica, la Catedral presenta tres naves, un transepto de la misma anchura y tres ábsides, siendo los dos laterales los originales, ya que el central fue reemplazado por un coro. La nave central se prolomga hacia el Oeste en un nartex que sostiene la torre. El portal Sur, gracias a un porche moderno, que disminuye los aires catedralicios, conserva una gran colección de capiteles de los que hablaremos más adelante.

El peregrino, debe entrar en la Catedral por la puerta Oeste, con un magnífico porche que tuvo que dorarse con el Sol poniente cuando no existían las actuales construcciones. De los cuatro capiteles existentes, tres son historiados, observándose en uno a unos jóvenes literatos. Según Francisco Iñiguez, se trata del jardín ameno del limbo, con literatos que pasean sin pasión ni envidia, y en otro, vemos a un joven rodeado de una serpiente. En todos parecen combinarse modos clásicos y musulmanes.



                                  Catedral de Jaca. Interior.


                                                Torre baja.

            Lo primero que llama la atención en la entrada es su Crismón, probablemente el más extraordinario que se haya esculpido y de él, recibe el peregrino la primera pregunta. Si sabe captarla y responderla adecuadamente, su viaje a través de metotas, capiteles y canecillos será fructífero, llegando a vibrar con el edificio. El Crismón, es un cancerbero de dos caras, hosca para el que sólo ve su dibujo, pero estimulante al que se pregunta el tesoro que guarda, porque el Crismón, como cúmulo y síntesis de un grupo de símbolos, a cada uno le da su respuesta. De ahí que cumpla su papel de filtro, aceptando o repeliendo, característica que debe tener toda iglesia románica y que en algunas de ellas se consigue precisamente mediante el Crismón.



                                 Crismón. Catedral de Jaca.

(Continuará)

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