EVANGELIO DÍA 13 DE SEPTIEMBRE



Después de esto, se dirigió Jesús a un pueblo llamado Naín. Iba acompañado de sus discípulos y de mucha otra gente. Al acercarse al pueblo, vio que llevaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda. Mucha gente del pueblo le acompañaba. Al verle, el Señor tuvo compasión de ella y le dijo: “No llores”. En seguida se acercó y tocó la camilla y los que la llevaban se detuvieron. Jesús dijo al muerto: “Muchacho, a ti te digo, ¡levántate!”. Entonces el muerto se sentó y comenzó a hablar y Jesús se lo entregó a la madre. Al ver esto, todos tuvieron miedo y comenzaron a alabar a Dios diciendo: “Un gran profeta ha aparecido entre nosotros”. También decían: “Dios ha venido a ayudar a Su pueblo”. Y por toda Judea y sus alrededores corrió la noticia de lo que había hecho Jesús.
(Lucas 7, 11-17)

MEDITACIÓN

No se puede evitar la imagen de jóvenes y no tan jóvenes, tirados en la calle los fines de semana después de las fiestas. Uno quisiera recogerlos y decirles: ¿Qué habéis hecho?. ¡Levántate en nombre de Jesús, y vuelve a vivir una vida digna de hijo de Dios!. Hay que levantarse de nuestra vida mediocre, salir a las calles y recoger el alma y el cuerpo de nuestros jóvenes perdidos!. Pregunta a Jesús, que puedes hacer por los jóvenes de tu ciudad, de tu pueblo, de tu barrio......

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