EVANGELIO DÍA 14 DE SEPTIEMBRE



En aquel tiempo dijo Jesús: “Nadie ha subido al Cielo sino el que bajó del Cielo, el Hijo del Hombre. Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del Hombre ha de ser levantado para que todo el que crea en Él tenga Vida eterna. Tanto amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo único , para que todo aquel que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a Su Hijo para condenar al mundo, sino para salvarlo”.
(Juan 3, 13-17)

MEDITACIÓN

Sólo un nuevo sentido de la cruz puede convertirla en símbolo de amor. Este es el gesto más profundo y perenne del amor de Dios para toda la humanidad. De nada nos serviría haber nacido y no haber sido redimidos. Pide a Jesús la gracia de experimentar el gozo de haber siso amado gratuitamente por Dios y pide ayuda para vencer la resistencia de tu corazón ante esta noticia y conviértete en signo de ese amor.


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