EVANGELIO DÍA 11 DE OCTUBRE



Cuando Jesús dejó de hablar, un fariseo le invitó a comer a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. Y como el fariseo se extrañase que no había cumplido con el rito de lavarse las manos antes de comer, el Señor le dijo: “Vosotros los fariseos limpiáis por fuera el vaso y el plato, pero por dentro estáis llenos de lo que habéis obtenido mediante el robo y la maldad. ¡Necios!, ¿no sabéis que el que hizo lo de fuera también hizo lo de dentro?. Dad vuestras limosnas de lo que está dentro y así todo quedará limpio”.
(Lucas 11, 37-41)

MEDITACIÓN

De Jesús podemos decir lo que está escrito en el Antiguo Testamento; “No se le oculta ningún pensamiento”, y no por ello deja de amarnos. Acepta la comida y la acogida, valora lo bueno y saca a la luz lo que distorsiona el corazón. Jesús pide cambios concretos. Señor, Tú que conoces mis zonas oscuras, ¡ayúdame a mostrarlas y dejarme ver y enseñar por Ti!.

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