APOSTOLADO. PIENSA QUE LAS ALMAS ESPERAN MUCHO DE TI.

Pensamos muchas veces que no hacemos apostolado cuando no trabajamos directamente con las almas, siendo así que toda nuestra vida es apostolado. Lo que nos interesa es renovar continuaente este espíritu apostólico haciendo de nuestra vida una continua oblación por ellas. Después, ocuparnos de lo que la obediencia nos encomiende, felices de hacer la voluntad de Dios y seguros de ir extendiendo el Reino de Cristo.