LOS REYES MAGOS



       En el Evangelio de San Mateo es donde aparece la escenografía de los Reyes Magos, la cuál no es cuantificada, aunque otorga la pista de tres regalos que éstos hacen al recién nacido Jesús, en la ciudad de Belén: Oro, incienso y mirra.

         En el Evangelio se recoge también el dato de su llegada, pues fue guiada por una estrella, que se movía por los cielos indicándoles el camino, según la tradición oral. Éstos llegaron a Jerusalén, y  hablaron con el rey Herodes, el cuál escuchó por primera vez el hecho de un nacimiento, de un niño que sería rey de Jerusalén, y esto provocó el mandato de matar a todos los menores de dos años nacidos en Belén. El sacrificio de los Santos Inocentes.

         Pero, ¿quiénes era los conocidos Reyes Magos, de dónde procedían, y por qué ansiaban ver al niño recién nacido y adorarlo?. Empezaría este análisis por la primera pregunta, quiénes eran, pero para saber realmente quién es una persona, primero hay que conocer dónde vive, y cuál es su cultura, por tanto, se iniciará este análisis por la segunda, su procedencia.
         Cuando Marco Polo pasó por el pueblo de Saveh (ahora una ciudad pequeña de Irán), los habitantes le aseguraron que los Reyes Magos habían partido de ahí. Dicho eso, hay muchos más pueblos, no solo en Irán, con una leyenda similar. Pero hay otras evidencias anecdóticas que apuntan hacia Persia como punto de origen.

 
Los primeros dibujos, esculturas y pinturas que se conocen que representan a los Reyes Magos gráficamente les muestran en robe persa.
                                 
De hecho, cuando los persas invadieron al norte de Italia a principios del siglo séptimo, la Iglesia de la Natividad de Ravenna se salvó del saqueo porque los invasores reconocían a las imágenes de los Reyes Magos como símbolos persas.
                                       
Además, Persia albergaba (y aún alberga) una religión similar a la tradición judeo-cristiana, es decir, el Zoroastrianismo. Esta religión data de varios siglos antes de Cristo y tiene una tradición mesiánica importante. Entre los persas existía un grupo de sacerdotes de los medos, que a menudo se denominaron "Magos" o también conocidos como Genios o Sabios.

         Estos aparecen en los escritos de Jeremías, 39.3 y 39.13. Nergal Sharezan era el jefe de esta casta de sabios, al cuál Jeremías lo llama Rab-Mag, o mago jefe. Tenían un sistema sociopolítico muy cercano al sinárquico, donde política economía y religión iban entrelazadas.

Después de la caída del poder de Asiria y de Babilonia, la religión de los Magos perdió influencia en Persia. Ciro sometió totalmente a la casta sagrada; su hijo Cambises la reprimió severamente. Los Magos se sublevaron y pusieron a Gaumata, su jefe, como Rey de Persia con el nombre de Smerdis. Sin embargo, fue asesinado (521 a. C.), y Darío fue nombrado rey. Esta caída de los Magos fue celebrada en Persia con una fiesta nacional llamada magophonia (Her., III, lXIII, lXXIII, lXXIX). No obstante, la influencia religiosa de esta casta sacerdotal continuó en Persia a través del gobierno de la dinastía Aquemenida (Ctesias, «Persia», X-XV); y no es inverosímil pensar que en tiempos del nacimiento de Cristo fuese bastante floreciente bajo el dominio parto, pues Estrabon (XI, IX, 3) dice que los sacerdotes magos formaron uno de los dos consejos del Imperio parto.

         Con relación a su procedencia, el salmo 71.10 al hablar de los adoradores del Mesías, dice así: “Los reyes de Tarsis y de las islas ofrecerán presentes; los reyes de Arabia y de Saba le traerán sus regalos: y todos los reyes de la tierra le adorarán.”

(continuará)

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