EVANGELIO DÍA 14 DE DICIEMBRE



En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a Jesús, a preguntarle si era Él el que había de venir o si debían esperar a otro. Los enviados de Juan se acercaron, pues, a Jesús y le dijeron: “Juan el Bautista nos ha mandado a preguntarte si Tú eres el que había de venir o hemos de esperar a otro”. En aquel mismo momento, sanó Jesús a muchas personas de sus enfermedades y sufrimientos, y de los espíritus malignos y dio la vista a muchos ciegos. Luego les contestó: “Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: Que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia. ¡Y dichoso el que no pierde su confianza en Mi!”
(Lucas 7, 19-23)

MEDITACIÓN

Te agradezco, Señor, tu respeto por mis dudas, por mis cuestionamientos, porque no me exiges que te comprenda de una vez, porque me permites buscar y distinguir donde estás  y quién eres en medio de mi vida y de esta sociedad que me confunde. Al final me doy cuenta de que donde se expanden la vida y el amor....¡Ahí has estado Tú!.

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