EVANGELIO DÍA 19 DE ENERO



Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuvieses preparada una lancha, no lo fuera a estrujar la gente. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los esp´siritus inmundos se postraban ante Él gritando: "Tú eres el Hijo de Dios". Pero Él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.
(Marcos 3, 7-12)

MEDITACIÓN

Señor, echando una mirada a Tu vida, no hay quien pueda dudar de lo que hasta los demonios proclamaban. Tú eres el Hijo de Dios. Sólo el poder de Dios, puede contra las fuerzas del mal, que intentaron acabar contigo. Yo sé de quien me he fiado, y hoy reafirmo mi confianza plena en Ti, Señor.

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