EVANGELIO DÍA 26 DE ABRIL



Dijo Jesús a sus discípulos: "Vosotros sois la sal de la Tierra, pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?. No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el Cielo".
(Mateo 5, 13-16)

MEDITACIÓN

Señor, tu Palabra me señala la vocación a la que me llamas en este mundo: Ser sal que dé sabor a la vida de los hombres y mujeres de mi entorno y ser luz que viene de Ti, que les indique el camino de salvación, que eres Tú.

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