EVANGELIO DÍA 4 DE JUNIO



Jesús se puso a hablar en parábolas a los Sumos Sacerdotes, a los escribas y a los ancianos: "Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. A su tiempo, envió a un criado a los labradores para percibir su tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías. Les envió otro criado, a éste le insultaron y lo descalabraron. Envió a otro y lo mataron. Le quedaba uno, su querido hijo. Y lo envió el último, pensando que a su hijo le respetarían. Pero los labradores se dijeron: Este es el heredero. Venga, lo matamos y será nuestra la herencia. Y agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. ¿Que hará el dueño de la viña?. Acabará con los labradores y arrendará la viña a otros. ¿No habéis leído aquel texto: La piedra que desecharon los arquitectos, es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente." Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos, pero temieron a la gente y dejándolo allí, se marcharon.
(Marcos 12, 1-12)

MEDITACIÓN

Señor, me siento reflejado en la parábola  y pienso en muchos que, si hubieran sido objeto de tanto amor por tu parte, corresponderían con amor. Yo tengo que cambiar, y con tu gracia reconocer que eres la piedra angular y no buscar ídolos donde apoyar mi vida.

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