EVANGELIO DÍA 5 DE JULIO



Subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían le dijo al paralítico: "¡Ánimo hijo! tus pecados están perdonados". Algunos de los escribas se dijeron: "Éste blasfema". Jesús sabiendo lo que pensaban, les dijo: "¿Por qué pensáis mal?. ¿Qué es más fácil decir: Tus pecados te son perdonados o decir levántate y anda?. Pues para que veáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la Tierra para perdonar pecados (dijo dirigiéndose al paralítico): Ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa". Se puso en pie y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.
(Mateo 9, 1-8)

MEDITACIÓN

Señor, aquí tienes a un incrédulo y paralítico. Incrédulo, porque exigo signos para creer que eres mi Dios, el que me salva de mis pecados y sus consecuencias. Paralítico, porque a pesar del calor del verano, tengo congelada la vid de mi espíritu. Pero tengo tus palabras de perdón y de misión: Tis pecados están perdonados, ponte en pie, toma tu camila y vete.

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