El espíritu de reparación, brota del amor. ¡Cómo nos tiene que doler la indiferencia y frialdad de tantos hombres!. Esto nos mueve a suplir con nuestro amor y sacrificio lo que no hacen aquellos que no le coocen o no le aman.
Non Nobis Domine, Non Nobis, Sed Nomini Tuo da Gloriam