NUESTRAS ACTITUDES (II)



Autora: Hna. N.P.+

Nuestra esencia debe conducir todos nuestros vehículos inferiores, debemos ser impersonales y aprender a ver como observadores, para encontrar el nucleo de los conflictos que nos aquejan a todos y a nuestros cercanos y asi poder resolverlo con claridad. De esa forma tomamos todas las cosas que nos suceden con la verdadera perspectiva espiritual sin tomarnos a pecho las situaciones de los demás y diferenciando a la persona del error que comete, lograremos avanzar a pasos agigantados en el servicio espiritual y en la felicidad personal.

No son muchos los que aceptan restringir la comodidad humana en nombre de algo que no conocen, por eso encontremos nuestra esencia de amor y compartamos todo lo bueno que tenemos para con los demás, seamos transmisores de paz, de amor en todo lugar que Dios nos de la oportunidad de estar y de ser, juntos podemos lograrlo, porque todo es por amor a Dios.

Todo es gracias a Dios, un acercamiento a la esencia de las personas, nos transporta para siempre como seres Divinos al servicio del Creador, amando con humildad y gratitud por la unión entre todos los reinos de vida y especialmente por la paz entre todos los seres humanos.

Para ingresar efectivamente en el camino de la liberación karmica, es importante no prometer cosas a los demás, las promesas crean débitos karmicos a veces muy pesados y difíciles de resolver de acuerdo con la comprensión de quien las recibe, por eso la importancia de cumplir siempre con nuestra palabra.

Un ser de luz aporta soluciones, un ser de luz busca siempre la salida, un ser de luz jamás emite excusas, un ser de luz cumple siempre con su palabra, quien deja algo pendiente con otros, desconoce la Ley del Karma, por ende no comprende que puede revertirlo. En un grupo unido, inteligente y lleno de amor en donde se conozcan estas leyes, no hay promesas mutuas, las interacciones son conducidas y organizadas a partir de los planos internos de la vida, a fin de cumplir en servicio al planeta y a la humanidad, a medida que se aspira a la unión con la fuente única de vida que es Dios y  a no permanecer en el círculo karmico. Es posible reorganizar el karma material, es imprescindible para lograr el cambio, que uno tenga el compromiso y la intención de llevarlo a cabo en la conexión con la Fuente única, los propios actos ayudarán a transformar o recomponer el karma del mundo, el karma de la humanidad, el karma de grupos y hasta de individuos, sirviendo siempre a la luz y a la voluntad del Padre.

La unión con la Fuente única de vida sin planes ni expectativas, dejarse tocar por su impulso y su equilibrio, es el verdadero servicio, la base para esto es la neutralidad, la no reacción, para el fortalecimiento en este propósito pueden presentarse muchas pruebas que llevan al individuo a posicionarse en un punto neutro, aquel que  lo ayudará a estar más próximo a la Fuente única.

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