DIOS ES LUZ, ES ENERGÍA




Autor: Hno. A.L.+


         Estamos de acuerdo, hermanos, que los caminos para llegar a Dios y conocerlo son tantos como tantas son las personas que habitaron y habitan en nuestra amado y viejo planeta Tierra, y nos quedaríamos cortos. Está claro que su conocimiento es dificilísimo, por no decir imposible, salvo que el mismo Dios nos lo vaya enseñando.

         En mis casi continuas meditaciones, me vino la idea de cómo conocer a Dios, a través de las lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento, así como de una de mis materias favoritas: LA FÍSICA, tanto Cuántica  como la Mecánica Celeste, que estudia lo relacionado con los llamados Cuerpos Celestes (estrellas, soles, planetas, lunas, asteroides, cometas, galaxias, constelaciones, agujeros negros,… tanto en sus movimientos, como en su formación y finalización). Quiero aclararos, hermanos, que mis conocimientos de Física se podrían asimilar a un alumno de 1º de Físicas, o, es decir, muy elementales, así como la lectura de libros de Astronomía para aficionados y algún que otro artículo de prensa, y a enorme distancia de los Doctores en Física. Ahora bien, alguna sencilla deducción puedo sacar.

         Para no divagar, nos vamos  a centrar en los estudios de tres grandes físicos que nos ha regalado la Humanidad:
         Isaac Newton.
         Albert Einstein.
         Stephen Hopkings.
        
Isaac Newton.-
         Con su famosa Ley de Atracción Universal. A este físico poco me voy a referir, tan solo decir que investigó las leyes universales con las que Dios fue dotando al Universo para que éste resultase un conjunto perfectamente armónico.

Stephen Hopkings.-
         Ese hombre, imposibilitado prácticamente de todo su cuerpo, excepto de la mejor obra que, a mi entender ha realizado El Creador en todo El Universo, es decir, EL CEREBRO HUMANO. Yo creo que Dios se apiadó de este hombre y a cambio de inutilizarlo físicamente, le dio un cerebro prodigioso, capaz de ser el humano mejor conocedor de Dios. En cuanto a sus teorías sobre la expansión o contracción del Universo, la verdad sea dicha, hermanos, a mi reducida inteligencia, se me escapan y por muchas vueltas que le doy, no llego a entenderlas. Por lo tanto, lo vamos a dejar aquí.

Albert Einstein.-
         Es con este gran físico judio-alemán ya fallecido, es con quien vamos a desarrollar estas reflexiones.

(continuará)

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