EVANGELIO DÍA 8 DE DICIEMBRE



El ángel Gabriel, fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel entrando en Su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, será llamado Hijo del Altísimo, el Señor le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de JAcob para siempre y Au Reino no tendrá fin". Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco varón?". El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con Su sombra, por eso el santo que va a nacer, se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya está de seis meses la que  llamaban estéril, pues para Dios nada hay imposible". María contestó: "Aquí está la esclava del Señor, hágase en Mi según tu palabra". Y la dejó el ángel.
(Lucas 1, 26-38)

MEDITACIÓN

Hoy, felicito a la Madre Inmaculada, por haber sido concebida sin pecado y llena de gracia. ¡Tosa hermosa eres, María!. Bajo tu amparo nos acogemos, líbranos de todos los peligros.

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