EVANGELIO DÍA 7 DE ENERO



Al enterarse Jesús que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el profeta: "País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande, a los que habitaban en tinieblas y sombras de muerte, una luz les brilló". Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: "Convertíos, porque está cerca el Reino de los Cielos". Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del Reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo. Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lúnáticos y paralíticos. Y Él los curaba. Y le seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.
(Mateo 4, 12-17. 23-25)

MEDITACIÓN

Jesús, inicias tu ministerio apostólico con la invitación a la conversión, porque está cerca el Reino de los Cielos. Yo quiero que mi vida se ajuste a tu Palabra y quiero que tu Reino venga a mí y me cure de mis dolencias y debilidades espirituales, sobre todo las que amenazan a mi fe.

Orden del Temple, 2.013