LOS MOTIVOS Y RAZONES
No seremos soldados de Dios fidedignos,
auténticos soldados de Dios antes de conseguir esta meta. Aquí nuestra
responsabilidad de estar comprometidos, pues muchos son los que esperan, que no
han recibido los mismos favores y las mismas gracias que nosotros, por
designios que ignoramos, aunque sin duda dependen de nuestra propia evolución.
Todos somos solidarios, pero unos, como nosotros, tienen más responsabilidades
y deberes, ya que somos llamados a ser la Luz de nuestro mundo, los pilares luminosos de la Tercera Alianza y en consecuencia,
no debemos ni podemos fallar.
Por eso, puedo afirmar con
absoluta convicción, que los Maestros exigen de nosotros que nos regeneremos en
el plazo más breve posible. Los Templarios, deben ser hombres y mujeres nuevos,
y es imprescindible, puesto que el Temple es la vanguardia de la
Era Nueva. Es URGENTE que nos regeneremos
por tres razones principales, por lo menos.
La primera es que el Egregor
terrestre del Temple, está a punto de nacer una segunda vez , nacer en
el Espíritu de Dios, por la misma Ley que rige la evolución del hombre, rige
también la evolución de las comunidades de los hombres. Y este RE-NACER, nos
procura una luminosa explicación de la fase preparatoria de la Última
Manifestación de nuestra Orden en la Era
Adámica , fase que llamamos “Resurgimiento”, fase alquímica que
quema las escorias e impurezas y coagulación. Y es lógico e imprescindible, que
este Nuevo Egregor, sea formado por NUEVOS TEMPLARIOS, por soldados que habrán
pasado por la alquimia correspondiente.
(continuará)
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