LA PIEDRA FILOSOFAL (VIII)



La segunda mitad de la energía creadora dirigida hacia arriba por la columna vertebral es el fuego espíritoespinal o serpiente de sabiduría. Va ascendiendo gradualmente, y cuando en el cerebro llega al cuerpo pituitario y a la glándula pineal, pone en vibración estos órganos, abre los mundos espirituales y capacita al hombre para comunicarse con los dioses. Entonces irradia este fuego en todas direcciones, penetra por el cuerpo entero y su aura, y el hombre se convierte en la piedra viva, cuyo fulgor supera al del diamante o del rubí. Es entonces él la piedra filosofal.


Hay otros muchos símbolos y símiles tomados de la técnica química y aplicados al proceso espiritual que eventualmente convierte a los hombres en piedras vivas del Templo de Dios; pero bastante hay con lo dicho para demostrar lo que los alquimistas querían dar a entender con los términos que empleaban y por qué encubrían bajo simbólico lenguaje las verdades de sus enseñanzas. 

Sin embargo, el sendero de la Iniciación está y ha estado siempre abierto para quien quiera que real y sinceramente desee iluminación y se avenga a pagar el precio en la moneda de abnegación y sacrificio. Por lo tanto, buscad la puerta del Templo y la hallareis; llamad y se os abrirá. Si buscáis devotamente y con insistencia llamáis y virilmente trabajáis, alcanzareis con el tiempo la meta y os convertiréis en la piedra filosofal. 

(continuación)

Orden de Sión+++