MELQUISEDEK, EL REY DEL MUNDO (v)



JESÚS, LA REALIZACIÓN PERFECTA

En Hebreos 7, 15, se afirma: "A semejanza de Melquisedek, Jesús ha sido constituido sacerdote, no por la carne (el sacerdocio aarónico era hereditario), sino por el poder de una vida indestructible". Esto significa, que la encarnación del espíritu de Melquisedek, en tiempos postdiluvianos, se realizó completamente en Jesús.

Todos los profetas, sacerdotes y reyes que no precedieron, y no hablamos sólo de la estirpe de Abraham, no alcanzaron a realizar esa energía completamente, aunque muchos se acercaron, como por ejemplo Buda, que habría accedido a un grado de despertar que se define como búdico y que, en el sistema del hinduísmo, equivale a la apertura del Tercer Ojo. Pero este estadio, precede a otro superior, el que corresponde al Atman hinduista y al Kether cabalístico, que únicamente consiguió Jesús. Un estado en el cual el ser se funde en uno con el Padre y con el Universo entero. Este Melquisedek, manifestado en el Cristo, es la prefiguración del máximo grado de evolución espiritual al que puede acceder el ser humano.

Sobre esta base, podemos definir a Melquisedek, como el nombre clave en torno al cual gira toda la tradición hermética y mistérica. El hecho de que haya sido venerado en su aspecto femenino y masculino como Eva y Adám, María y Cristo, Isis y Horus, así como su aspecto de anciano o de joven, o que haya sido adorado bajo los más diversos nombres divinos, no debe hacernos olvidar, que todos esos aspectos corresponden a una única entidad.

Es probable que Él mismo, tuviese la voluntad de manifestarse bajo distintas formas para revelar que se halla presente en todos los seres, manifestaciones naturales, religiones, mitos, leyendas y sucesos históricos. Precisamente, esta es la función de la quintaesencia, el Ser-Energía, el Dios invisible a los ojos de los profanos, pero perceptible por el intelecto superior (Nous) de los Iniciados. Esta entidad, constituye el centro inmutable del cual emerge la realidad dimensional del mundo en el cual vivimos. El Elyon, sería una Divinidad inaccesible, si no fuese por este mediador que revela a los seres humanos un conocimiento supremo, permitiendo la transmutación de Su naturaleza terrenal y su acceso a un estado superior. Melquisedek, nos revela así una Gnosis primordial que no se ha perdido, sino que permanece oculta, siempre preparada para volver a florecer.

Non Nobis

Orden del Temple+++